miércoles, 31 de marzo de 2021

LA ABEJA MAYA



Había una vez una abejita muy trabajadora que se pasaba el día entero entre las flores recogiendo polen para llevarlo a la colmena y así hacer miel.

A la abejita le encantaba su trabajo, y lo hacía con mucha alegría. Nunca le faltaba de nada y tenía una gran familia. Pero, aun así, la abejita no era feliz.

La abejita soñaba con conocer mundo, con descubrir otro tipo de flores, probar otro tipo de néctar y saborear otro tipo de miel.

Al principio, la abejita se guardaba para ella sus sueños. Pero, con el tiempo, se los fue contando a las demás. Pero ninguna la tomaba en serio. Incluso algunas se reían de ella.

La historia de que una abejita soñaba con viajar y conocer otros lugares y otras flores llegó a oídos de la Abeja Reina y no le gustó nada. Así que la mandó llamar.

-Pequeña abejita, no quiero oír nunca más que vas diciendo esas tonterías por ahí. ¿Queda claro? Tu sitio es este y no podrás irte de aquí jamás. Si vuelvo a oír que andas diciendo esas cosas te encerraré para siempre.

La abejita se quedó muy triste, pero también confundida. La Abeja Reina no le había reñido por desear conocer otros lugares. Lo que le había parecido mal a la Abeja Reina es que lo estuviera contando. ¿Qué mal podría estar haciendo ella hablando de sus sueños de libertad?

-¡Ah, claro! ¡Es eso! -pensó la abejita-. La Abeja Reina tiene miedo. Si todas las abejas nos fuéramos, nadie trabajaría para ella. ¿Es que no soy la única que sueña con ser libre? ¿Es que tal vez haya otras que sueñen con lo mismo que yo?

En ese momento, una abeja interrumpió sus pensamientos.

-¿Qué tal, abejita? ¿Qué quería la Abeja Reina de ti? Te ha regañado bien, ¿eh? Es que no se puede soñar con tonterías, abejita.

-Te equivocas, compañera -respondió la abejita-. No me ha reñido por soñar, sino por hablar de ello. Me ha pedido que cierre la boca. Se conoce que no soy la primera que sueña despierta. Pero ya me callo, que luego me castiga.

-Vaya, vaya -pensó la otra-. ¡Qué curioso! ¿Qué ocultará la Abeja Reina?

Así, sin hacer ruido, entre susurros, entre las abejas empezó a crecer el mismo sueño que tenía la abejita soñadora. Primero fue por curiosidad, la curiosidad que despierta lo prohibido. Después el interés por conocer algo nuevo se convirtió en un deseo de libertad para decidir.

Quién sabe si algún día la abejita soñadora se atreverá a cumplir su sueño. Quién sabe si alguna lo hará. Porque soñar es fácil. Lo difícil es tener valor para hacer realidad tus sueños.

lunes, 29 de marzo de 2021

Piel de asno


Piel de asno” es un famoso cuento del escritor francés Charles Perrault que le habla a los niños de apariencias, respeto y amor.

 

Moraleja: Es mejor sufrir las mayores dificultades antes que faltarle a las creencias y valores de uno.


jueves, 25 de marzo de 2021

La Sirenita

 

Autor: Hans Christian Andersen

Edad: A partir de 8 años

Valores: bondadamorentregasacrificio


En medio del mar, en las más grandes profundidades, se extendía un reino mágico, el reino del pueblo del mar. Un lugar de extraordinaria belleza rodeado por flores y plantas únicas y en el que se encontraba el castillo del rey del mar.


Él y sus seis hijas vivían felices en medio de tanta belleza. Ellas pasaban el día jugando y cuidando de sus flores en los majestuosos jardines de árboles azules y rojos. La más pequeña de ellas, era la más especial. Su piel era blanca y suave, sus ojos grandes y azules, pero como el resto de las sirenas, tenía cola de pez. A la pequeña sirena le fascinaban las historias que su abuela contaba acerca de los seres humanos, tanto que cuando encontró una estatua de un hombre en los restos de un barco que naufragó no se lo pensó y se la llevó para ponerla en su jardín. La abuela les contó que algún día conocerían la superficie.

- Cuando cumplas quince años podrás subir a la superficie y podrás contemplar los bosques, las ciudades y todo lo que hay allí. Hasta entonces está prohibido.

La pequeña sirena esperó a que llegara su turno ansiosa, imaginando cómo sería el mundo de allá arriba. Cada vez que a una de sus hermanas le llegaba el turno y cumplía los quince años, ella escuchaba atentamente las cosas que contaba y eso aumentaba sus ganas porque llegara el momento de subir.

Tras años de espera por fin cumplió quince años. La sirena subió y se encontró con un gran barco en el que celebraban una fiesta. Oía música y alboroto y no pudo evitar acercarse para tratar de ver a través de una de sus ventanas. Entre la gente distinguió a un joven apuesto, que resultó ser el príncipe, y por quien quedó embelesada al observar su belleza.

Continuó allí mirando hasta que una tormenta cayó sobre ellos repentinamente. El mar comenzó a rugir con fuerza y el barco empezó a dar tumbos como si se tratara de un barquito de papel, hasta que finalmente logró partirlo y mandarlo al fondo del mar. En medio del naufragio la Sirenita buscó al príncipe, logró rescatarlo y llevarlo sano y salvo hasta la playa. Estando allí oyó a unas muchachas que se acercaban, y rápidamente nadó hasta el mar por miedo a que la vieran. A lo lejos vio como su príncipe se despertaba y conseguía levantarse.

La Sirenita siguió subiendo a la superficie todos los días con la esperanza de ver a su príncipe, pero nunca lo veía y cada vez regresaba más triste al fondo del mar. Pero un día se armó de valor y decidió visitar a la bruja del mar para que le ayudara a ser humana. Estaba tan enamorada que era capaz de pagar a cambio cualquier precio, por alto que fuera y vaya si lo fue.

- Te prepararé tu brebaje y podrás tener dos piernitas. Pero a cambio… ¡deberás pagar un precio!

- Quiero tu don más preciado, ¡tu voz!

- ¿Mi voz? Pero si no hablo, ¿cómo voy a enamorar al príncipe?

-  Si no, no hay trato

- Está bien

La malvada bruja le advirtió que nunca más podría volver al mar y que si no conseguía enamorar al príncipe y éste contraía matrimonio con otra mujer, moriría y se convertiría en espuma de mar. La Sirenita estaba muy asustada pero a pesar de todo, aceptó el trato.

La sirena se tomó la pócima y se despertó en la orilla de la playa al día siguiente. Su cola de sirena ya no estaba, en su lugar tenía dos piernas. El príncipe la encontró y le preguntó quién era y cómo había llegado hasta allí, la sirena intentó contestar pero recordó que había entregado su voz a la bruja. A pesar de esto la llevó hasta su castillo y dejó que se quedara allí. Entre los dos surgió una bonita amistad y cada vez pasaban más tiempo juntos.


Pasó el tiempo y el príncipe le anunció al día siguiente su boda con la hija del rey vecino. La pobre sirena se llenó de tristeza al oír sus palabras, pero a pesar de eso lo acompañó en la celebración de sus nupcias y celebró su felicidad como el resto de los invitados. Pero sabía que esa sería su última noche, pues tal y como le había advertido la bruja, se convertiría en espuma de mar. A punto de amanecer, mientras contemplaba triste el horizonte, aparecieron sus hermanas con un cuchillo entre las manos. Era un cuchillo mágico que les había dado la bruja a cambio de sus cabellos y con el que si lograba matar al príncipe podría volver a convertirse en sirena.

La sirenita se acercó cuidadosamente al príncipe, que estaba durmiendo y levantó el cuchillo... pero se dio cuenta de que era incapaz de acabar con él, aunque esta fuera su única oportunidad de seguir viva.

De modo que se lanzó al mar y mientras se convertía en espuma, conoció a unas criaturas espirituales: las hijas del aire.

- Todavía tienes una oportunidad de conseguir un alma inmortal. Tendrás que pasar trescientos años haciendo el bien como nosotras, y después podrás volar al cielo.

Mientras las escuchaba vio cómo el príncipe la buscaba en el barco, y en la distancia permaneció contemplándolo mientras una lágrima, la primera de toda su vida, comenzó a brotar por su mejilla.

Simbad el marino


Simbad cuenta que cuando joven murió su padre y le dejó una fortuna que mal gastó rápidamente. Sin embargo, juntó lo poco que le quedaba y decidió embarcarse en el Puerto de Basora para venderlas. Recorrieron varias islas, pero en una ellas se quedaron a comer. De pronto la isla comenzó a moverse, pues no se habían dado cuenta que era el lomo de una ballena. No logró llegar al barco y naufragó por 2 días gracias una gran viga que lo salvó. Llegó a una diminuta isla que tenía agua y frutas para alimentarse. No vivía nadie en esa isla, pero al tercer día aparecieron unos hombres montados a caballos pertenecientes al sultán Mihraj. Tuvo suerte porque cada 6 meses iban a la isla. 

viernes, 19 de marzo de 2021

¡Al Coronavirus estamos atentos!



Algunas medidas importantes para reducir la propagación del COVID-19: 
         - Evite las multitudes y los espacios con poca ventilación. 


PRACTIQUEMOS LOS VALORES


La Sana Convivencia:

La sana convivencia nos lleva a hacer uso de los valores y nos permite desarrollarnos como personas de bien, aprender a convivir con los otros, expresarnos, dialogar, resolver las diferencias, saber trabajar y solidarizarnos con los demás.

El objetivo de una sana convivencia es que valoremos a los demás y saber que en la escuela tenemos la oportunidad de dar a conocer los valores y costumbres, que aprendimos en nuestro hogar, y que con ellas podemos ser sujetos capaces de compartir con nuestros compañeros, sin utilizar la violencia sino en un ambiente de igualdad y solidaridad.







jueves, 18 de marzo de 2021

Las conejitas que no sabían respetar 🐰🐰


IMPORTANCIA DEL RESPETO: 

Saber respetar a los demás es esencial, pues representa valorar y tolerar las diferencias y comprender que ellas nos hacen crecer. Entendemos por respeto al acto mediante el cual una persona tiene consideración por otra y actúa teniendo en cuenta sus intereses, capacidades, preferencias, miedos o sentimientos.





lunes, 15 de marzo de 2021

Ricitos de Oro y los 3 Ositos


Preguntas de comprensión:

1. ¿Quiénes vivían en la casita del bosque?

2. ¿Cómo le llamaban todos a la niña rubia?

3. ¿Por qué la niña entró a la casa de los tres ositos?

4. ¿Qué tamaño tenían las camas que encontró Ricitos de Oro?

5. ¿Cómo salió Ricitos de Oro de la casa de los tres ositos?

6. ¿Cómo reaccionaron los tres ositos al final?

martes, 9 de marzo de 2021

Las Zapatillas Rojas


Preguntas de comprensión:

1. ¿Quién es Karen?

2. ¿Qué le regaló el zapatero a Karen?

3. ¿Qué le pasó a la mamá de Karen?

4. ¿Qué significaban el par de zapatos rojos para Karen?

5.¿Quién adoptó a Karen?

6. ¿Qué le sucedía a Karen cuando se ponía el segundo par de zapatos rojos?

7. ¿Qué soñó Karen?

8. ¿Qué opinas de la adopción?

viernes, 5 de marzo de 2021

El Traje Nuevo del Emperador

 

Cuento corto de El traje nuevo del emperador

Hace muchos años vivía un Emperador que gastaba todas sus rentas en lucir siempre trajes nuevos. Tenía un traje para cada ocasión y hora del día. La ciudad en que vivía el Emperador era muy movida y alegre. Todos los días llegaban tejedores de todas las partes del mundo para tejer los trajes más maravillosos para el Emperador.

Un día se presentaron dos bandidos que se hacían pasar por tejedores, asegurando tejer las telas más hermosas, con colores y dibujos originales. El Emperador quedó fascinado e inmediatamente entregó a los dos bandidos un buen adelanto en metálico para que se pusieran manos a la obra cuanto antes.

Los ladrones montaron un telar y simularon que trabajaban. Mientras tanto, se suministraban de las sedas más finas y del oro de mejor calidad. Pero el Emperador, ansioso por ver las telas, envió al viejo y digno ministro a la sala ocupada por los dos supuestos tejedores. Al entrar en el cuarto, el ministro se llevó un buen susto "¡Dios nos ampare! ¡Pero si no veo nada!"

Pero no soltó palabra. Los dos bandidos le rogaron que se acercase y le preguntaron si no encontraba magníficos los colores y los dibujos. Le señalaban el telar vacío y el pobre hombre seguía con los ojos desencajados, sin ver nada. Pero los bandidos insistían: "¿No dices nada del tejido?"

El hombre, ausustado, acabó por decir que le parecía todo muy bonito, maravilloso y que diría al Emperador que le había gustado todo. Así lo hizo. Los estafadores pidieron más dinero, más oro y se lo concedieron. Poco después, el Emperador envió a otro ministro para inspeccionar el trabajo de los dos bandidos. Le ocurrió lo mismo que al primero.

Pero salió igual de convencido de que había algo, de que el trabajo era formidable. El Emperador quiso ver la maravilla con sus propios ojos. Seguido por su escolta, se encaminó a la casa de los estafadores. Al entrar no vio nada. Los bandidos le preguntaron sobre el admirable trabajo y el Emperador pensó:

"¡Cómo! Yo no veo nada. Eso es terrible. ¿Seré tonto o acaso no sirvo para emperador? Sería espantoso". Con miedo de perder su cargo, el emperador dijo:

- Oh, sí, es muy bonita. Me gusta mucho. La apruebo. Todos los de su equipo le miraban y remiraban. No entendían al Emperador que no se cansaba de lanzar elogios a los trajes y a las telas.

Se propuso a estrenar los vestidos en la próxima procesión. El Emperador condecoró a cada uno de los malvados y los nombró tejedores imperiales. Sin ver nada, el Emperador probó los trajes, delante del espejo. Los probó y los reprobó, sin ver nada de nada. Todos exclamaban: - ¡Qué bien le queda! ¡Es un traje precioso!

Fuera, la procesión lo esperaba. El Emperador salió y desfiló por las calles del pueblo sin llevar ningún traje. Nadie permitía que los demás se diesen cuenta de que nada veía, para no ser tenido por incapaz o por tonto, hasta que exclamó de pronto un niño:

- ¡Pero si no lleva nada!

- ¡Dios bendito, escuchen la voz de la inocencia!, dijo su padre; y todo el mundo se fue repitiendo al oído lo que acababa de decir el pequeño.

- ¡No lleva nada; es un chiquillo el que dice que no lleva nada!

- ¡Pero si no lleva nada!, gritó, al fin, el pueblo entero.

Aquello inquietó al Emperador, pues sospechaba que el pueblo tenía razón; más pensó: 'Hay que aguantar hasta el fin'. Siguió más orgulloso que antes; y los de su equipo continuaron sosteniendo la inexistente cola.

FIN

Preguntas de comprensión lectora:

  1. ¿Qué andaba buscando el emperador?
  2. ¿Qué le vendieron en lugar de tela?
  3. ¿Cómo convencieron al emperador de que en realidad había un traje donde no parecía haber nada?
  4. ¿Qué dijo la gente al ver al emperador desnudo?
  5. ¿Quién dijo al fin que el emperador iba desnudo?